El propio Ayala ha dicho que fundamentó sus especulaciones sobre la libertad en las posiciones de la sociología historicista. Para ésta, la presencia y la consolidación de la libertad política son fruto de evoluciones, tradiciones y corrientes en cada país y sociedad. Es éste un hecho innegable: para Ayala unas sociedades están más maduras que otras para constituirse en sociedades libres aunque el convencimiento, tan propio de la filosofía moral española, de que cada cual está irremediablemente volcado a opciones éticas y de que ®libremente ha de resolverse por el bien o por el mal¯ prevalece hasta por encima de su historicismo. En otras palabras, la libertad tiene un componente metasociológico, además de cuantos determinismos materiales y culturales puedan fomentarla o impedirla. (Fragmento del prólogo de Salvador Giner)