Iesod, la novena séfira del Arbol de la Vida del que habla la Cábala, es el símbolo de la vida pura.
La pureza, entendida con demasiada frecuencia como sinónimo de privación o de continencia que conducen a la represión, a la falta de sensibilidad o incluso a la perversión, se vive como una muerte prematura del individuo. Esto es lo que nos muestra el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov quien, alzándose contra esta concepción parcial y errónea de la pureza, la presenta, por el contrario, como una forma de existencia rica y creadora (aunque todavía desconocida e inexplorada) fundada en un conocimiento preciso de la vida psíquica y espiritual.
Tomando la pureza como base de su Enseñanza espiritual (Iesod, en hebreo, significa "base", "fundamento"), Omraam Mikhaël Aïvanhov vuelve a reencontrar el sentido de las prácticas de las Iniciaciones antiguas a las que enriquece con numerosos descubrimientos que él mismo ha hecho. Las reglas y los ejercicios que da, experimentados por él durante mucho tiempo, liberan al hombre y despiertan en todo su ser las fuerzas emergentes y armoniosas de la vida divina.
En este libro sobre los Misterios de Iesod, Omraam Mikhaël Aïvanhov nos hace también sentir hasta qué punto la vida de un Maestro espiritual es semejante a este «río de vida » que purifica a todos los que a él se acercan.