El autor reconstruye uno de los mitos hispánicos por excelencia. Más que una derrota final que era inevitable, lo que confiere la dimensión épica a este episodio es la desproporción de fuerzas en combate. ¿Quien podía suponer que un grupo de pequeños pueblos, sin ayuda exterior, sin cohesión aparente y sin preparación logística y militar, resistiese durante tanto tiempo el empuje de las cualificadas tropas romanas?. El autor nos presenta la acción a través de Aracos, un hispano que ha servido en las legiones romanas, y que por tanto conoce sus tácticas a la perfección, esto le permite preveer y adelantarse a todos los planes de los romanos.