Una de las claves que garantizan la continuidad en el tiempo de las empresas es tener una adecuada financiación. La política financiera de la empresa exige tomar decisiones sobre temas tales como la combinación adecuada de capital y deuda, la proporción entre deuda a corto y deuda a largo, la relación banca-empresa, el tipo de endeudamiento a utilizar o la política de dividendo, por ejemplo.