Este libro es un paseo literario por la ciudad que arropó el talento creativo de Andy Warhol y asistió al nacimiento del pop y el underground; que encontró en Allen Ginsberg a su poeta más representativo mientras adoptaba a William Burroghs como el maldito por excelencia; que vibró con las canciones de Morrisey y Nico; que idolatró a Lou Reed y Patti Smith; o que se enamoró del extraño idealismo de Lennon y del tumulto en revuelta de Basquiat.
Joe Dalessandro, el primer sex symbol masculino, Robert Mappelthorpe, el genial fotógrafo de la belleza viril, y el hermoso y desdichado Truman Capote desfilan por estas páginas junto con figuras como David Bowie y Mick Jagger, cuyas respectivas obras y personalidades influyeron, directa o indirectamente, en la vida libérrima de aquella mítica Nueva York, aunque no fueran más que ocasionales visitantes.
Luis Antonio de Villena nos ofrece una crónica apasionada y personal de un tiempo que tiene como sustrato motriz el universo beat y el universo hipster. Como el propio autor señala: «Nueva York fue el emblema de todos los avances del arte, la literatura y la libertad para nuestro mundo todo, recogiendo los ríos contraculturales que habían irradiado desde California, pero volviendo más urbano, más radicalmente urbanita, lo que un tiempo (como parte del ecologismo) se quiso más campestre y cercano a una idílica naturaleza, que acaso ya apenas exista. Esa Babilonia maldita y hermosa es ahora en algunos de sus nombres testigo nuestra prioridad, nuestro afán de análisis y ¿por qué no decirlo? nuestro grano de nostalgia apuntando tenuemente a un futuro que no sé si tendremos o merecemos siquiera. Nueva York / Babilonia: sabiduría, cultura, moda, delicia, sexualidad, música, cine, poemas y desenfreno. Un plan de mundo feliz (creo) prácticamente ya abolido o casi abolido».