- En la enseñanza de la lengua y en el desarrollo de la capacidad creativa y expresiva de los alumnos.
- En la enseñanza del español como segunda lengua, puesto que facilitará las diversas estructuras formales que transmiten un determinado mensaje.
- Y en los estudios sintácticos de nuestra lengua, que verán recorrer el camino inverso al habitual, centrándose en principios funcionalistas.