El etercentrismo, una visión cosmológica que implica el centro y origen de todo en un nuevo y dinámico éter, frente al materiacentrismo para el que la materia lo es todo lo que hay, supone una revolución mayor que la copernicana.
Usted podrá comprobarlo, pues el heliocentrismo se circunscribe a nuestro sistema solar mientras que el etercentrismo que expongo implica una visión que alcanza a todo el Cosmos y con una percepción abierta a otras realidades.
Ya le anticipo que el reconocimiento del etercentrismo por parte de los medios académicos no ha de ser rápido, lo que no debe desanimarle, es la inercia que se establece también en las grandes líneas que conforman la base del conocimiento.
Lo que sí le puedo asegurar es que participar de esta concepción comportará un paso importante en la marcha evolutiva de su sabiduría.