En esta pieza en un acto Modiano nos propone un juego de teatro dentro del teatro: en una sala vacía la joven Dominique ensaya su papel de Nina en La gaviota, de Chéjov, acompañada por su novio Jean, aspirante a escritor, que lleva su manuscrito en una cartera sujeta a la muñeca con una manilla. Ambos tienen veinte años y están en pleno aprendizaje de la vida.
Sobre ellos se ciernen dos figuras asfixiantes que han cumplido ya los cincuenta: la madre de Jean, Elvire, actriz venida a menos que en un teatro cercano ensaya un vodevil mediocre de título absurdo, Buen fin de semana, Gonzales, y su amante, y padrastro de Jean, Caveaux, periodista y escritor fracasado, un individuo insidioso empeñado en torpedear las aspiraciones literarias del joven.
Retrato del artista adolescente, puesta en escena de los fantasmas del pasado ?incluidos los edípicos?, juego de espejos sobre personajes que interpretan a otros personajes, combate por afirmarse como persona y como creador..., todo esto y mucho más es esta sugerente obra teatral, en la que Modiano convoca a sus demonios y acaso a un álter ego de aquel aspirante a escritor que un día fue.