Cambara, una mujer fuerte y moderna que nació en Somalia pero se crió en Estados Unidos, regresa a la ciudad de Mogadiscio para escapar de un matrimonio fracasado y de una madre dominante. El viaje a su país natal es un intento desesperado por reconciliarse consigo misma según sus propios criterios, aunque, irónicamente, lo haga en un país en el que las mujeres deben ocultar el rostro tras un velo. Y se ha propuesto una misión: arrebatar la casa de su familia al caudillo que se ha apropiado de ella. Sin embargo, debido a la devastación física y psicológica de los años de guerra civil y de anarquía violenta hasta la ascensión del islamismo conservador, Mogadiscio le parece ajena y Cambara se siente una intrusa. Aun así, no está sola y halla refugio emocional y respaldo práctico en un grupo de mujeres somalíes, activistas que trabajan para fomentar la paz en un país ferozmente despedazado por hombres embotados por las drogas y sedientos de poder. Y, a medida que conquista ciertas comodidades e intima con esta urbe sumamente peligrosa, algunas de sus ambiciones más descabelladas le empiezan a parecer factibles.