Como la vida misma, Nubes y claros es un reflejo de los cambiantes estados del alma. Ya en prosa, ya en verso, los sentimientos afloran al discurso para mostrarse de forma cruda y directa. Los poemas compilados en esta obra son un sentido homenaje a la persona que falta y al amor que perdura: una canción de emociones sin fin. Por su parte, en los relatos, el análisis psicológico y las relaciones humanas se anteponen a lo estético y a lo efímero, realzando valores a la baja en la actualidad como el compromiso, la fe o el gusto por los pequeños detalles.