Hace dos años, Shad Jenkins fue a prisión por atacar al agresor de Megan, su hermana. Ahora ha vuelto a Moon Run Hollow para descubrir que ella ha muerto. Perdido en un mundo lleno de encantadores de serpientes y niños extraños, un círculo opresivo que poco a poco se va envenenando con el licor ilegal que se destila en la zona, Shad debe penetrar en las supersticiones de los vecinos del pueblo y en sus más terribles secretos. Sus pesquisas lo conducen hacia un espeluznante enemigo y le revelan la dantesca figura de un adversario oculto. Duda cada vez más de su estado mental a medida que empieza a descubrir las pistas de lo que puede haberle sucedido a su hermana y de quién es exactamente su enemigo.