Esta obra, subtitulada Aventuras, donaires y pendencias en los claustros es un retrato ácido de la Universidad española, alejado de la palabrería rectoral, pintado con colores tersos por el pincel irónico e implacablemente plástico del profesor Sosa Wagner. El resultado es una hiperrealista naturaleza, aún no muerta, pero sí claramente moribunda.