Se trataba de realizar una reflexión sobre la pastoral de la muerte, un problema complicado que tienen planteado los responsables eclesiales y que en muchas ocasiones produce disgusto, perplejidad o insatisfacción.
El texto que aquí presentamos no pretende un abordaje sistemático ni terminado sobre la celebración litúrgica de la muerte, su objetivo es ofrecer unas reflexiones abiertas que quieren dar que pensar a los encargados de la celebración de los funerales y que esperamos que puedan servir para revisar la actual praxis pastoral con objeto de mejorarla.