Para Diana Balooka ;madre, escritora, bailarina de claqué;, el matrimonio siempre ha sido una continuación del divorcio. Ahora, con cuatro hijos, un terrier zulú como mascota y una nueva relación a la que poner fin, repasa su frenético diario sentimental: desde la granja de su abuelo en Albany, deteniéndose en París o Ciudad Juárez, hasta la desquiciada y desquiciante Nueva York de finales de los años sesenta.
Como escribió Philip Roth, gran admirador de esta ya mítica novela, «Nota de despedida es una suerte de Herzog concentrado y erotizado, la cara femenina de la locura del divorcio. A medida que cada uno de los capítulos gira y gira sobre su propio cómico y excéntrico eje, la realidad del desastre marital va desplegándose convincentemente gracias al angustiado entusiasmo de la narradora. Y tan afilado es el retrato del desconcierto sexual, tan concentradas las escenas de irónica indignación y perpleja emotividad, que uno termina pensando en la protagonista como en una fugitiva de la En la Colonia Penitenciaria de Kafka, con la sentencia de divorcio marcada en la piel».
«La obra de Sandra Hochman perdurará mientras la gente siga leyendo en nuestro idioma».
ROBERT LOWELL
«Sus palmadas de alegría, en las que se insinúa siempre la sombra de algún fantasma, otorgan a cuanto escribe una sensual intensidad».
NORMAN MAILER
«Exceptuando a Sylvia Plath, no conozco a ninguna otra escritora capaz de reflejar lo que es ser mujer con una prosa tan bella».
ANNE SEXTON
«Nota de despedida es una novela terriblemente divertida».
JOHN CHEEVER
«Una obra de primera categoría que destaca por su autenticidad e ingenio».
PHILIP ROTH