Dicen que el dolor nos hace más fuertes, pero poco se cuenta del camino que hay que andar para armarse y seguir viviendo después de una pérdida que cambia para siempre nuestra manera de ver el mundo.
Nora es una mujer de cuarenta años que ha perdido a Maurice, el hombre que fue su marido y el padre de sus cuatro hijos. Viuda y con escasos recursos económicos, inmersa en el aire provinciano de una pequeña ciudad irlandesa a finales de los años sesenta, la mujer usa su inteligencia para mantener el hogar y gobernar ese amor que aún le queda y las emociones ambiguas que van asomando sin pedir permiso.
Lo que nos ofrece Colm Tóibín en esta ocasión es mucho más que un retrato de cuerpo entero: Nora crece en cada página de esta espléndida novela, cambia según el momento en que el lector se acerca a ella, incluso se diluye a ratos para luego volver con más fuerza. Maurice también está ahí, con los amigos y los hijos, y juntos forman un paisaje humano iluminado por la compasión y la ternura.
Nora Webster: una mujer, una novela y una muestra del talento de uno de los mejores autores del siglo XXI.
«A veces, nos cruzamos con ellos, con los que nos han dejado, los que ya no están. Llevan consigo algo que nosotros aun no conocemos... Es un misterio.»
Colm Tóibín