Indice
Introducción
Marquesado de Aguilar de Campóo
Ducado de Alba de Tormes
Ducado de Alburquerque
Ducado de Arcos de La Frontera
Marquesado de Astorga
Ducado de Béjar
Condado-Ducado de Benavente
Condado de Cabra
Ducado de Cardona
Marquesado del Cenete
Marquesado de Denia
Ducado de Escalona
Ducado de Frías
Ducado de Gandía
Ducado del Infantado
Condado de Lemos
Condado de Lerín
Ducado de Lerma
Ducado de Medina de Ríoseco
Ducado de Medina Sidonia
Ducado de Medinaceli
Condado de Melgar
Condado de Miranda del Castañar
Ducado de Nájera
Ducado de Osuna
Ducado de Peñaranda de Duero
Marquesado de Priego
Marquesado de Santillana
Ducado de Segorbe
Condado de Ureña
Marquesado de los Vélez
Ducado de Villahermosa
Señoríos del Castillo de Malagón, Meneses y Alburquerque
NOTAS COMPLEMENTARIAS
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
I. Origen de la nobleza española titulada. Los ricohombres y otros nobles.
Para establecer el origen de la nobleza hispana, cuya posterioridad ha llegado hasta nuestros días, y entender el papel jugado por ella desde entonces, es obligo remontarse al siglo XI. En aquél tiempo, la corte era itinerante, constituyéndose allí donde el rey se encontraba, y se formaba por los caballeros que le acompañaban y que compartían un idéntico sistema de valores. Y todos, por igual, participaban de privilegios jurídicos y sociales, salvando las especificidades propias de cada uno de los territorios sobre los que se irían consolidando los incipientes condados y reinos cristianos peninsulares. Situar en el siglo XI el origen de la nobleza titulada actual no significa que se desdeñe el papel desempeñado, en los siglos anteriores, por los équites (ciudadano romano perteneciente a una clase intermedia entre los patricios y los plebeyos y que servía en el ejército a caballo), los pretores, los cuestores, los tribunos de la plebe o militares y los patricios (clase social romana privilegiada) de la provincia romana de Hispania, muchos de ellos nacidos en la península y que ejercieron su poder, dominio y propiedad sobre sus tierras; tampoco, que se ignore el trascendental papel que representaron los nobles visigodos, de sangre o de gobierno, que convirtieron la provincia romana en un estado independiente y que eligieron la monarquía como su forma de gobierno. Ellos, los romanos y los visigodos, son los precursores de dicha nobleza.
Con el inicio de la Reconquista, comenzaron a constituirse, por agregación sucesiva de las tierras conquistadas, los primeros núcleos de los reinos peninsulares, feudos que fueron regidos por los primeros vasallos de las coronas hispanas, hombres poderosos, caballeros que con el tiempo se les empezó a conocer bajo la denominación genérica de ricohombres. Esta alta nobleza peninsular siempre