Eugenia de Montijo llegó por primera vez a Biarritz en 1843 y se enamoró del lugar. En 1854 su esposo, el emperador Napoleón III, mandó construir la Villa Eugenia, para que cada año sirviera de reposo a la familia imperial. En pocos años, Biarritz se convirtió en el lugar de encuentro y residencia de las élites de numerosos países y principalmente de la nobleza española.
Esta obra es un estudio de la vida social desarrollada en Biarritz entre 1850 y 1920 a través de conocidas familias españolas que se establecieron en este lugar, como las de los duques de Frías, Osuna, Tamames o los duques de la Torre. Se hace un recorrido por las principales residencias españolas y se analiza la evolución de los nacimientos, matrimonios y fallecimientos de españoles a lo largo de estos años, así como los noviazgos más relevantes que tuvieron lugar en Biarritz, como el del rey Alfonso XIII con la princesa Ena de Battenberg.