William Silver es un profesor carismático y con talento. Sus métodos poco convencionales hace que levante ampollas entre colegas y superiores, pero sus estudiantes lo adoran. Lleva Ideas a su aula, ideas que afectarán profundamente cómo los alumnos se conducen en la vida. Sus debates sobre Camus, Faulkner, Sartre, Keats y demás autores del Olimpo insuflan vida en el sentido de justicia social de los estudiantes y sus capacidades para el pensamiento filosófico y ético. Sin embargo, sin que sus entregados alumnos lo sepan, Silver demuestra que es incapaz de estar a la altura de los ideales que predica ante los demás. Con sus propias cicatrices emocionales a causa de las frustraciones que ha sufrido y alentado por el aura carnal y de belleza que tiene la Ciudad de las luces, Silver sucumbe ante la tentación que cambiará el curso de su vida. Su caída en desgracia lo convierten en un criminal ante los ojos de unos cuantos y en nada más que un ser humano ante el resto.