El hecho de que no sea un libro escrito con un planteamiento previo unitario, sino el resultado de reunir textos de distinta procedencia y originados en circunstancias diversas, hace que los sucesivos capítulos vayan provocando en nosotros, lectores, muchos interrogantes y la necesidad de aclaraciones que quisiéramos definitivas. Pero el título del último capítulo, "Lo inacabado de la Terapia Gestalt", puede servirnos como conclusión simbólica de lo que todos los que trabajamos en ella sentimos al leer este libro y, especialmente, en tantos momentos de nuestra práctica terapéutica gestáltica.