Es la historia de Bruno, un chico que no era ni guapo ni feo. De tan bueno que era, no encontró a ninguna mujer que le dijera directamente NO. Ese fue su sino, enamorarse de chicas que a primera vista eran tan BUENAAAS como para no hacerle daño y NO rechazarle. Se las ingeniaron para decírselo con frases, que a veces parecían dudosas y difusas, otras incluso afirmativas, pero que siempre significaban lo mismo: "No me interesas lo más mínimo"