Una inesperada llamada de teléfono provoca que Lucía se marche en coche a su pueblo. Poco antes de llegar, sufre un accidente que cambia el rumbo de su vida. Junto a ella, hay un borrador de lo que podría llegar a ser una novela. Las turbulencias del Esla muestra acontecimientos que marcan la infancia, adolescencia y la edad adulta de nuestra protagonista. Pero no solo le afectan a ella. A su madre le arrancan las ganas de cantar y casi de seguir adelante y así una rica sucesión de tramas secundarias sobre el amor, la traición y la amistad, que atraparán la atención del lector. No hay reloj para el olvido nos narra con fluidez los distintos modos de vivir y pensar de un hombre que establece que lo que tiene alrededor es mala hierba y aquellas situaciones que hacen imposible el olvido, porque para ello es inevitable realizar todo un recorrido vital. Pero la obra nos enseña que siempre puede surgir un extraño que lleve la situación al límite y permita que nazcan nuevas oportunidades. Esta novela, con un lenguaje claro, explora en los sentimientos y emociones de los personajes que, con esperanza, van resolviendo sus interrogantes.