Estamos en 1985, y Brian se despide de sus amigos de toda la vida porque se va a estudiar a la Universidad de Bristol. Orgulloso de sus notas y de sus gustos personales, quiere comerse el mundo y seducir a su admirada Alice. Para lograr esto último se presenta a un conocido concurso de televisión, No hay más preguntas, donde deberá responder a una serie de cuestiones de cultura general. Lo que Brian no sabe es que, tal vez, no se necesitan tantos conocimientos para poder ser feliz. Porque, al fin y al cabo, ¿no es la felicidad lo más importante?
«El autor de Siempre el mismo día publica nueva novela con moraleja: la diferencia entre el conocimiento y la sabiduría de la vida.» Woman