Tras un accidente aéreo, Eleonora y Marie quedan huérfanas. En ese mismo accidente sobrevive Pierre, dueño de una fábrica de telas. El dinero abunda entre todos por lo que no pasan apuros económicos. Sin embargo, las chicas no tienen a nadie en el mundo. Pierre decide llevárselas a casa durante un tiempo para llenar el vacío sentimental que tiene. El hijo de Pierre colaborará con él en cubrir ese vacío.