Estos niños, de 8 a 10 años, de Barcelona, Buenos Aires, Girona, La Habana, Lisboa y Toulouse, nos interrogan sobre nosotros mismos:
Me gustan los blanquitos y no los negritos.
Sería muy largo de explicar por qué yo no estoy contento de mí mismo; y no me gusta no estar contento de mí mismo.
Me gustaría que no me manden, pero si son gobernantes, no puedo plantarme delante de un ejército y decir: media vuelta, no gobernéis.
No sería su amiga porque es religioso y a mí no me gusta la religión.
El dinero me gusta, porque con esto podéis comer; pero no me gusta tanto porque la gente se pelea por dinero.
Me gusta, porque cree en Dios. Si no, no sería mi amigo.
Este niño es mi amigo porque no tiene una vida fácil y si yo tuvieses dinero le daba una casa mejor y una manera de vivir mejor.
La segunda parte del libro dedica un capítulo a las producciones subjetivas de una niña, desde sus dos a cuatro años, y otro a experiencias concretas realizadas en organizaciones y comunidades en varios países.
Mónica Sorín (Argentina,1943) vivió treinta años en Cuba, donde se doctoró en Psicología. Ha realizado y dirigido investigaciones psico-sociales e impartido cursos en una quincena de países. Entre otros libros, ha publicado: Siglo XX: ¿crisis del amor? y Padres e hijos: ¿amigos o adversarios? (Cuba, 1987 y 1989), Creatividad: ¿cómo, porqué, para quién? (Barcelona, 1992). Actualmente dirige el Máster de Arte-terapia y desarrollo humano, en ISPA, Barcelona.