Noah, Joyce y un narrador sin nombre, abandonan su pueblo natal para emprender un largo periplo. Sus vidas coincidirán en los momentos más inesperados, pero estos tres personajes nunca llegarán a saber qué los une exactamente.
Con una gran dosis de ironía, pero también de fantasía y ternura, el autor de Nikolski nos sumerge en las aguas profundas de un relato que nos transporta a mundos mágicos. Nicolas Dickner muestra con un virtuosismo poco común las conexiones entre un arqueólogo de los desechos, filibusteros y piratas informáticos, marineros, serpientes de mar, atunes rojos, innumerables oficinas de correos, indios chipewyans, un libro sin rostro y un compás marino que señala Nikolski, «un pueblo minúsculo en las islas Aleutianas en el que viven 36 personas, 5.000 ovejas y un número indeterminado de perros».