Sandra está convencida de que su padre es el tío más genial del mundo. No solo la comprende mejor que nadie, además es divertido y casi siempre súper enrollado. Todo lo contrario que su madre. De hecho, no entiende cómo su padre aguanta a una mujer tan torpe, que es un desastre en la cocina y se lesiona cada dos por tres haciendo las tareas de la casa. ¿Por qué entonces su hermano Benny sale siempre en su defensa? Pero llegará el día en que Sandra descubra otra faceta de su padre.