Después de Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes , que va camino de convertirse en un clásico, Ute Ehrhardt enseña a las mujeres dónde radica su fuerza. La humildad típicamente femenina, fruto de condicionamientos sociales y culturales, las ha frenado durante mucho tiempo, pero ahora las habilidades del mal llamado sexo débil están valoradas más que nunca. Y a pesar de eso, ¿por qué hay tantas mujeres que no demuestran sus cualidades? ¿Temen que las quieran menos o la responsabilidad del que hace algo por sí mismo? ¿Por qué no se atreven a afirmar abiertamente su competencia, su talento y su poder? Muchas veces se frenan a sí mismas, desperdician oportunidades y prefieren no arriesgarse a averiguar todo lo que pueden dar de sí. Y se dan cuenta demasiado tarde de que ellas mismas se ponen trabas a saborear las mieles del éxito y a disfrutar de todo lo bueno que la vida puede ofrecer.