En New Poole ("la ciudad que nunca duerme, auténtico crisol de culturas y telón de fondo de miles de blockbusters") el departamento de policía parece incapacitado para resolver y atajar los terribles crímenes que se cometen durante unos muy frecuentes e inexplicables apagones. Son también habituales los enfrentamientos entre bandas callejeras por demarcaciones territoriales imaginarias y los robos de baja estofa magnificados por la prensa.
Con todo ello tenemos el cóctel perfecto para transformar a apacibles ciudadanos de New Poole en fieros miembros de patrullas urbanas que, con sus acciones, multiplican esa inseguridad que forma parte del tuétano de los discursos de los candidatos a la muy disputada alcaldía de la ciudad.