El debate de los años treinta en torno al Estatuto Vasco-Navarro es clave fundamental para nuestra historia. Despues de que los ayuntamientos navarros optasen por abrumadoras mayorias, hasta en tres ocasiones, en favor de un estatuto único para las cuatro provincias en asamblea decisiva en junio de 1932 estallo lo imprevisible: por muy poca diferencia Navarra quedo fuera del Estatuto Vasco.