La mayor parte de esa correspondencia, sin embargo, se ha perdido. Puede que fuera destruida, que permanezca en manos de coleccionistas que no desean hacerla pública o que esté olvidada en el fondo de ciertos arcones o despistada en los archivos, acumulando polvo. Se han conservado doscientas sesenta y cinco cartas de Bonaparte a Josefina, y apenas cinco cartas de las enviadas por Josefina a Bonaparte, en una colección en la que sin duda faltan muchas.