Argumento de Naín, el Filósofo : Filosofía Mística, ética, Metafísica, Espiritualidad
Encuadernación: Rústica
Seguro estoy de que cualquier persona que, callejeando, encontrara una joya a sus pies, la cogería y, sin más, seguiría adelante. Pero si, en lugar de una joya fuese un joyero, pues tanto mejor para los dos. Me refiero a este libro, que no sólo es una joya sino un joyero repleto.
Ahora bien, considerando que no es del todo correcto que eso el autor lo diga de su propia obra, mucho le gustaría que el lector, tras comprobarlo, lo dijese él mismo.
A Dios gracias, éstas no son joyas para las narices, las orejas, las manos, el ombligo o cualquier otra parte del cuerpo, tan de moda hoy, sino para embellecer y alumbrar los oscuros rincones del alma, razón por la cual, aun recomendaría que el bibliófilo que entrase en la vorágine de estas rarezas, se permitiese un alto meditativo de cuando en cuando.
"Estaba yo en el centro mismo de la oscuridad, de la nada, sin la menor conciencia de mí; más que dormido, muerto, más que muerto, inexistente: un tronco varado a la orilla de la corriente. Luego empezó a clarear el alba, con mucho cuidado, como llamándome, como queriéndome despertar sin sobresalto; y, cuando por fin abrí los ojos, tuve que volver a cerrarlos porque me quemaba el sol".1