El título del libro refleja sin duda el desconcierto, temor e inseguridad que
con frecuencia nos invade cuando desempeñamos nuestra función de padres.
A partir de esta frase es que la autora del libro recoge y organiza una
proposición de trabajo para todos aquellos padres interesados en cumplir
eficiente y felizmente esta tarea. El texto se estructura en dos partes. La
primera de ellas apunta a hacernos reflexionar acerca de aquellas habilidades
y destrezas básicas generales que debemos preocuparnos de alcanzar para
enfrentar la educación de nuestros hijos. La segunda plantea, por edades, un
conjunto de problemas que surgen en la vida diaria familiar y a los que nos
vemos obligados a dar solución, sin saber mucho si estamos actuando correcta o
equivocadamente. El libro nos invita a la reflexión, desafío necesario para
todos y a la aplicación de un manual práctico cuando el problema específico
surge.