Antes de nacer, la comadrona predijo que Amaya Valdemoro sería niño porque no encontraba los latidos de su corazón? No había cumplido el año cuando una enfermedad conocida como púrpura la situó a dos horas de la muerte? A punto estuvo de perder un pie tras un accidente de moto con su padre...El sueño de niña de Amaya era ser campeona olímpica en 1.500. Sin embargo, la intervención del destino propició que las canchas de baloncesto se cruzaran en su trayectoria y a partir de ahí protagonizó una vida plena de aventuras por Europa, América y Asia. En este libro lo cuenta todo: sus encuentros con Clinton y Bush, los años de soledad en Rusia; el día en que, sola en una habitación, se enfrentó al presidente del equipo turco Tarsus rodeada de esbirros que intentaban amedrentarla, el dolor no superado por el fallecimiento de su madre, el horror de las lesiones, sus visitas al psicólogo, el orgullo y la exclusividad de poseer tres anillos de la WNBA y las envidias y rencillas del vestuario.Amaya Valdemoro posee todos los récords imaginables en el baloncesto español, tanto masculino como femenino. Sus 258 internacionalidades subrayan la solidez de la carrera de esta mujer que ha sido la mejor en su deporte y hoy es un mito que quiere ser madre.