El pequeño Osama viaja acurrucado en el regazo de su madre, en el asiento trasero de un automóvil, ajeno a las preocupaciones de su padre Mohammed Bin Laden. Deben cruzar precipitadamente la frontera entre Yemen del Sur y Arabia Saudí a causa de los acontecimientos políticos de junio de 1969. Pronto, en el segundo país, gracias a los servicios secretos ingleses, para quienes había trabajado como agente, Bin Laden conseguirá acercarse al Ministro