No os pongáis en lo peor que todo tiene solución menos la muerte y seguro que están trabajando en ello.
Ya sé que a veces parece que la vida nos da la espalda, pero os garantizo que si la llamamos por su nombre, se gira y nos guiña un ojo.
Entre estas páginas encontraréis giros argumentales sorprendentes, historias con guiños variopintos y moralejas difíciles de asimilar.
Pero si el protagonista de todas estas desventuras siempre sobrevive a las hecatombes del día a día, vosotros no vais a ser menos.
Acompañadle en su peregrinaje, arropadle con vergüenza ajena si hace falta, pero sobre todo no le dejéis solo, que muy mal se tendría que dar para que no os sintáis identificados.