Los vicios acosan, nos rodean por todas partes. Ni siquiera nos permiten levantarnos, ni levantar los ojos para distinguir la verdad, sino que caen con todo su peso sobre los hombres hundidos, atravesados por la pasión, sin permitirles volver a ser ellos mismos jamás.
....abandonarse al estómago y al libertinaje es una podredumbre infame.
Séneca. La brevedad de la vida.