El hipoacúsico recibe un estímulo acústico cuantitaviamente menor y cualificativamente diferente al del normoyente. Pero la percepción auditiva no se ve afectada en este caso solamente en su primera instancia, la de la recepción, del sonido, sino en todoo el proceso perceptual a través del cual dichos sonidos llegan a adquirir significación. Percibir auditivamente no es solamente recibir un monto de estimulación sonora, sino que es un modo de organizar el mundo acústico, de denominar sus características, de clasificarlo en categorías, de estructurarlo en forma temporal. Es comprender el sentido de la realidad sonora.