Si Washington no puede dirigir el mundo en solitario, tampoco la nueva Europa ampliada no puede funcionar al margen de una gran comunidad transatlántica. Tragedias como las de Oriente Medio y el mundo subdesarrollado sólo pueden detenerse mediante la colaboración de europeos y estadounidenses. En realidad, esta crisis ofrece una oportunidad histórica para que la gente libre en todo el mundo avance, desde el antiguo Occidente de la guerra fría, hacia un nuevo orden de libertad. Heterodoxo y alejado de las respuestas fáciles, este libro oportuno y provocador es de lectura obligada para todo el que quiera ser ciudadano de un mundo libre.