Si el libro anterior estaba volcado en el descubrimiento de la dimensión sutil del espíritu, éste canta ese mismo espíritu hecho mundo, alentando en cada piedra y cada alma. En su desnudez, el espíritu del hombre es plena vacuidad, como plena vacuidad es este mundo de piedras y de almas. Mundo dentro del claro alude al mundo, pues, articulado en el espíritu. En él, las piezas más largas aparecen con el continuo contrapunto de poemas breves y despojados, apuntes de luz cernida que aportan también una novedad, y no sólo formal, en la trayectoria del autor.