En los veranos de 2009 y 2010 tuvieron lugar diversas actividades académicas en el marco de la Escuela de Verano de la Universidad de Salamanca en Trabanca. Ésta fue impulsada durante dos cursos consecutivos por el Servicio de Cursos Extraordinarios de la Universidad de Salamanca, que entonces dirigía D.ª M.ª Cruz Sánchez Gómez, y el Ayuntamiento de Trabanca, cuya alcaldía desempeñaba, y sigue desempeñando hoy, D. José Luis Pascual Criado. Entre septiembre de 2009 y julio de 2010 asumí la dirección del Curso Extraordinario y el Congreso Internacional que, con ese motivo, tuvieron lugar. Lo hice por encargo de las entidades organizadoras, que fueron, además de las más arriba mencionadas, el Departamento de Historia Medieval, Moderna y Contemporánea y el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Salamanca (CEMUSA), que tengo el honor de dirigir actualmente. Los historiadores Noemí Cubas Martín y David Hidalgo Rodríguez, técnicos culturales a la sazón del Ayuntamiento de Trabanca, se ocuparon eficazmente de las tareas de coordinación de ambos foros. Trató el Curso Extraordinario, que se celebró entre el 14 y el 16 de septiembre de 2009, de «La mujer a través de la Historia y el Arte» y se ocupó el Congreso Internacional que tuvo lugar entre el 5 y el 7 de julio de 2010, de «Cine y Mujer en perspectiva histórica». Ambos, pese a la diferencia aparente de temática, confluían, de acuerdo con el diseño efectuado desde el Centro de Estudios para la Mujer de la Universidad de Salamanca, en el análisis de las variantes y permanencias de contenido y de soportes de los discursos dirigidos a la reproducción, construcción y deconstrucción de estereotipos que determinan las relaciones de género, los cuales, desde tiempos remotos, y no solo en nuestros días, han apelado al intelecto de las clientelas a los que se destinan (discursos orales y textos escritos), pero también a sus ojos (discursos plásticos) y a sus oídos (discursos musicales), experimentándose no obstante con el paso del tiempo una creciente sofisticación de los recursos audiovisuales utilizados, con importancia creciente en la medida en que la cultura de la imagen, cada vez más potenciada, se sobrepone a la de la palabra. El libro colectivo que el lector tiene ahora entre sus manos, sintetiza, sin agotarlos, los resultados de un conjunto, en origen más amplio, de ponencias impartidas en las fechas más arriba reseñadas, acotadas, reorganizadas y englobadas ahora para atenerse a un título único. Con él pretendemos recordar que siendo siempre las relaciones sociales entre hombres y mujeres relaciones de poder condicionadas por los papeles que en cada momento histórico se asignan a cada uno de los sexos, y describiéndose, ordenándose, argumentándose o legitimándose éstas permanentemente mediante «discursos», estos últimos se modificarán de acuerdo al tiempo, la cultura, y los recursos técnicos disponibles. A lo largo de la Historia, el patriarcado, entendiendo por tal el duradero y extendido sistema dirigido a asegurar la dominación de las mujeres por los varones, capaz de acomodarse a momentos, culturas e ideologías muy distintas, experimentará avances y retrocesos no lineales, mostrando coyunturales o prolongadas variaciones de grado y echando mano de recursos múltiples, más ricos, como vamos sabiendo, de lo que los primeros estudios de género, centrándose prioritariamente en los textos escritos, tendieron a mostrarnos. Las estudiosas y los estudiosos de estas cuestiones distan de haber agotado la investigación posible sobre lo que revelan las esculturas, los templos, los escenarios de los ritos y fiestas religiosas, las danzas y canciones del pasado vistas en perspectiva de género, ofreciéndose el análisis de la pintura, la fotografía, la TV, la linterna mágica, internet o el cine de nuestros días como una interesantísima cantera de conocimiento sólo parcialmente explotada. En este libro tendremos ocasión de contemplar, a través de algunas muestras ilustrativas, sin pretensión de exhaustividad, el contínuum de contenidos discriminatorios por razones de sexo que va desde las narraciones míticas orales o escritas y el sistema normativo del mundo greco-latino a los tópicos cristalizados, por encima de los cambios jurídicos, en el folklore musical, que sobrevive al paso de los tiempos, o a los transmitidos de forma más explícita o subliminal por los avanzados sistemas de comunicación de nuestros días, singularmente el cine. Veremos también cómo feministas de diferentes países y personas dispuestas a defender el derecho a la no discriminación, tras tomar la palabra, y tras despejar dificultosamente los obstáculos que se oponían a su aprovechamiento de los recursos más convencionales, basados en la letra escrita, echan mano también de los emergentes, a medida que la presencia profesional de las mujeres se refuerza, para defender y difundir un «contradiscurso» alternativo y emancipador, tanto más necesario, cuanto que, en contrapartida, en pleno siglo XXI, ha de enfrentarse con otro discurso, ya no tradicional, sino técnicamente moderno, de naturaleza reactiva (contradiscurso pues del feminista), dirigido a frenar los avances de la igualdad antes de que ésta haya logrado culminar su obra: inquietante «vino viejo en odres nuevos», que puede revestir la forma de sentencias judiciales, artículos de prensa, blogs, webs en internet o sofisticados films mechados de discursos unas veces muy reconocibles y otros duales o inductores de confusión, pero finalmente hostiles a la igualdad de género.