El libro surge de la revisión del trabajo de investigación de la autora, relativo al discurso y tratamiento que determinados medios mexicanos hicieron sobre la homosexualidad. Retratos de hombres altamente sexualizados que adquieren un papel protagónico dentro de las fotografías, relatan la manera en que esas imágenes incidieron extensamente en el contexto mexicano en un imaginario nacional de sexualidades no normativas, a través del análisis y la identificación de los modos específicos de ser que estaban en juego.