Narrada con un ritmo ágil y un humor malévolo, esta aventura zombie
transcurre en una Bogotá muy cercana a nuestro tiempo. La irreverencia
de la juventud, las situaciones límites que acorralan a los personajes,
la atmósfera desolada, el papel de la tecnología y las comunicaciones,
el inminente fin de la raza humana, una urbe inhóspita, apocalíptica y
extraña que se ha detenido y degradado, el generoso uso del comic y los
grafitis en la narración, hacen de esta historia un nuevo referente de
un género que Max Brooks y George A. Romero han elevado a la categoría
de clásico de nuestros tiempos. Los zombis están en su mejor momento ya
ya era hora de que empezaran a devorar este lado del planeta. Es real:
Hay una Bogotá zombi.