Argumento de Mortalmente Vivo
«Surgen estos poemas de mi dolor ante la muerte del amado, de mi soledad y su ausencia, pero son mucho más, porque son también: Testimonio de que el amor existe, pues lo vivo y lo he vivido; que nadie se resigne, que nadie acepte la ausencia de amor: hay que amar aunque duela.
Homenaje público a mi querido compañero, porque me amó siempre sin límites ni condiciones, porque me sabía libre y me quiso así, porque puso todo su empeño en aprender a amarme sin hacerme daño, como yo también aprendí.
Rebelión contra la muerte y el olvido: no moriré antes de morir, viviré persiguiendo la alegría, no dejaré de reír y volar. Hermana Muerte, no me arrebatarás lo que fue, lo que sigue vivo en mí y en mis sueños.
Diálogo conmigo misma, con los vivos y con los muertos, con Dios... Desesperada búsqueda de ese Dios en el que no creo pero al que necesito; caminos de palabras que indagan, avanzan, huyen, se enfrentan al vacío, creando un nuevo modo de oración. Rezar y soñar en el misterio de la noche. Rezar y soñar con Dios y contigo.»1