Wok, Bondi, Lupino, Flotilde, Maru Osa, Moff, Picota y Rayujo despiertan a Morris porque tienen un aburrimiento aburridísimo. El mapache acepta la difícil hazaña de divertir a ocho amigos más un hermano y maquina tres planes. Primero, les hace cosquillas, pero no funciona. Después, intenta ser la monda de gracioso contando chistes, pero tampoco hace nada. Tras esto, se aventura a la tienda La Carcajada donde el señor Tronchante le ofrece muchas risas para sus amigos, pero, de camino a casa, Morris se las regala a unas liebres tristes. Finalmente, nuestro héroe consigue divertir a sus amigos con globos que adquieren formas, y recibe su recompensa: chocolate blanco.