Argumento de Moratoria
Tal vez sepamos y hayamos querido olvidar que lo cierto de la naturaleza del ser humano viene definido por el transcurso infinito de un concepto temporal que coincidiría aproximadamente con un sentido más amplio y diverso de la palabra muerte; ámbito sin comienzo ni al final dentro del que lo que en un presente teórico percibimos como estado consciente de vida --como si, en contraposición a ese referente eterno,se nos dotara de una capacidad de vigilia que lo ignorara todo acerca de un antes y de un después , pero no pudiera evitar mantener la incómoda sospecha de su existencia a la vez que sí se tuviera perspectiva del paréntesis por el que se transita y del momento a lo largo de esa línea en la que nos encontramos en cada instante: la edad --- no es más que un segmento insignificante de ese tiempo todo, de esa totalidad cuya dimensión supera el alcance de nuestro conocimiento(y al que literariamente puede hacer referencia metafórica nuestra propia sombra) fragmento delimitado de tiempo que no nos resistimos nunca a desear que dure más, que pueda prolongarse siempre un poco más, para seguir viviendo; tal vez por temor, inexacto tal vez por desconocido, a enfrentarnos a la revelación de eso otro que realmente somos y que en verdad nos conforma como duración.1