Argumento de Monarquía y Romanticismo: el Hechizo de la Imagen Regia, 1829-1873
Encuadernación: Rústica con solapas
Si la monarquía no desapareció con el fin del Antiguo Régimen fue porque resultó de utilidad para los ideales políticos del liberalismo. Para ello tuvo que cambiar sus funciones y sus formas de legitimación, un proceso que no fue fácil ni inmediato. Pocos argumentos históricos como la monarquía deben tanto al imaginario visual que ha contribuido a configurarla cultural y socialmente. Podría decirse que ésta es, ante todo, imagen, en el más amplio sentido del término. Su destino y su razón de ser se han modelado y trasmitido a través de las imágenes.
Este libro aborda el problema de la representación del poder monárquico en un momento crucial de metamorfosis. Parte de la hipótesis de que las imágenes suponen un instrumento privilegiado para analizar ese proceso porque, consideradas en sí mismas, construyen una realidad sobre él. Su comprensión y valoración, histórica y estética, es inseparable de esa trasformación, diferenciada del lenguaje. Por lo tanto, no son utilizadas sólo como fuentes visuales para el conocimiento de un argumento externo, al que sin duda sirven, sino que ellas mismas lo conforman y difunden, de acuerdo con sus específicas posibilidades.1