Además, en las etiquetas de los envases de productos fitosanitarios, aparece la concentración o el volumen de caldo a aplicar por unidad de superficie en función del tipo de cultivo. En invernadero, los cultivos tienen un crecimiento rápido, por lo que, una tasa de aplicación basada en una cantidad fija de producto por unidad de superficie puede dar como resultado grandes pérdidas y/o sobredosis de producto en los primeros estadíos de crecimiento, o tasas insuficientes cuando el cultivo esté completamente desarrollado. Por tanto, para resolver estos problemas, el volumen de aplicación debe estar adaptado a la masa vegetal presente en el invernadero cuando se realice el tratamiento.
En este trabajo de tesis se han desarrollado 9 modelos, para un cultivo de tomate de invernadero, que permiten estimar la superficie foliar (LAI) a partir de parámetros geométricos fácilmente medibles en la masa vegetal. El modelo basado en el PRV (Plant Row Volume) es el que ha dado mejores resultados. Para el cálculo del volumen de aplicación, se ha adaptado al índice PRV el modelo de dosificación basado en la Deposición Media, que ha sido validado desde un punto de vista técnico y biológico. El uso de este modelo ha permitido una reducción de más del 30% de la cantidad de fitosanitario aplicado, sin pérdida de rendimiento. El PRV permite el uso de estrategias de aplicación adaptadas al cultivo, con un gran ahorro en las cantidades de producto químico utilizado, en comparación con el sistema convencional de dosificación.