El cadáver de Rodolfo descansa frente al forense. Para éste, los dos orificios de la bala incrustados en el cuerpo indican, sin duda, que se trata de un asesinato. De este enigmático modo comienza una novela que gira en torno a la figura de Mitterrand, un hombre ruandés que huyo de la sinrazón de su país para acabar en la sinrazón del nuestro. La novela juega con la psicología de los personajes, los analiza, los devora y nos los muestra con sus riquezas y sus miserias, con sus bondades y sus lados oscuros, con la bella ciudad de Oviedo como escenario de todos los movimientos que se desarrollan en esta desoladora partida de ajedrez.