Los pueblos mayas establecidos en la península centroamericana del Yucatán y territorios vecinos, alcanzaron probablemente el más alto grado de civilización de los pueblos precolombinos, influyendo decisivamente en el mundo azteca. Su mitología se conoce gracias a las fuentes conservadoras: Relación de las cosas del Yucatán por fray Diego Landa; la obra indígena del Chilam-Balam y el Popol-Vuh o Libro de los estera, escrito en maya quiché después de la conquista, a mediados del siglo XVI. Junto a esas fuentes escritas deben mencionarse las pinturas murales, relieves, estelas, etc., conservados y las creencias y costumbres que aún quedan entre los indios mayas actuales como los lacandones. Todo ello ha servido para que el autor de esta obra, pudiera hacer revivir en épicos acentos el glorioso pasado y drama de aquellos pueblos, a los que alguien los tildó de auténtica simbiosis, en un escenario exótico de lo mesopotámico y lo egipcio.