Argumento de Mito y Verdad del Pecado Original
"Luciano parte de una confesión explícita de ser un hombre creyente hasta los tuétanos en el Dios revelado en Jesucristo. Desde esta plataforma abre sus alas y aguza sus ojos para preguntarse, una vez más, qué es el hombre, de dónde viene, qué busca y a dónde va. Y lo hace mirándose a sí mismo y a su alrededor.
Lo que oye dentro , lo que ve, palpa, cree, intuye o razona, lo plasma en palabras, que, a decir verdad, todos podemos confirmar que eso que él dice es lo que tantas veces he pensado yo . En muchísimas páginas cada uno de nosotros podrá encontrar, subrayar y seleccionar no pocas frases lapidarias, en ocasiones fruto de la reflexión y experiencia de una larga lista de autores que han trillado también esas afirmaciones y que el autor las reviste con su propia reflexión y síntesis.
El libro consta de tres capítulos con un total de treinta y seis apartados, seguidos de un brevísimo epílogo, con ideas de Juan Pablo II, y de la bibliografía que ciertamente conoce y ha tenido entre las manos.
El primer capítulo es un análisis antropológico bastante pormenorizado sobre la naturaleza humana caída o deteriorada. Es un óptimo análisis de la condición humana que toca todos los aspectos antropológicos de lo que somos, cómo somos y queremos ser y que justifica, aunque solo sea por estas páginas, leerlo. Destaco dos apartados: el de la finitud del hombre y el de la libertad.
El segundo capítulo nos pasa al interior de la descripción-definición del pecado original. Nos ofrece una buena ocasión para perder el miedo, de una vez por todas, para hablar del mito como género literario. Que la rebelión de la criatura ante su Hacedor se exprese con este o aquel mito no resta un ápice a la realidad del pecado original: lo que importa es que el hombre es un ser averiado en su raíz, y --¿por qué no?-- un ser para la muerte , aunque nosotros añadamos: y también para la resurrección .
No es un tratado de exégesis bíblico-teológica, sino una interpretación seria y profunda de lo que dicen esos textos leídos por un creyente que se interroga sobre sí mismo desde la angustia de su propio ser. Con respeto ante el texto mítico, examina y sintetiza ideas que muchas veces nosotros mismos hemos querido expresar y no hemos sabido cómo.
El tercer capítulo es un análisis de la situación posterior al pecado original: Dios ha dado un remedio al Adán caído, no lo ha dejado tirado en la cuneta, se compromete con nuestro destino de recuperar aquella prístina pureza, con tal de que el hombre no se empecine en permanecer en una opción personal de persistencia en el mal. Este capítulo desarrolla los argumentos tratados entrelazando aspectos filosóficos, teológicos, catequéticos e incluso ascéticos.
Este libro, con toda seguridad, sentará bien a quien pierda el recelo de enfrascarse en la meditación del amor, la verdad y la gracia de Dios, superiores al leviatán, a la serpiente ancestral, al pecado y a la muerte.0